Se esfumó!

Se terminó el libro. Por más que quise demorarme fue imposible. Las hojas se me escaparon como el viento. La lectura me atrapó y no pude zafarme hasta hoy cuando me siento huérfana de lectura y cuando aún no puedo dejar de pensar en lo mucho que me gustó esa historia.

Una historia que recorre las mismas calles que recorro a diario; una historia que habla mucho de la sombra que fue Barcelona o que quiso ser; una historia donde finalmente me di cuenta que la vida tiene miles de recovecos como esas calles del Gótico que permiten perderse, pero siempre llegar.

Me refiero a “La Sombra del Viento” de Carlos Ruiz Zafón, un libro que hoy es éxito de ventas en España y que más allá de la popularidad es una obra que tiene mucho de sueños, de sensaciones y de cercanía, bueno, al menos para mí.

Un libro que vi mil veces en las estanterías del Fnac, pero que sólo hasta cuando la Jose me lo pasó y recomendó me embarqué en su lectura.

Y es que hay libros que te llevan a sentir esa orfandad de que cuando terminas la última página ya no puedes seguir soñando, imaginando o sintiendo como los personajes por más que lo quieras. O lo relees o lo dejas ir. En mi caso se fue.

El que sigue ya tiene nombre… es un regalo que recibí hace algunos meses de mi Partner y cuyo autor es un chileno que goza de gran renombre en España y el quinto más publicado en Barcelona. Veamos como me va con esos “Detectives Salvajes”.