Monday, February 25, 2008

Elmer F.

Es mi placer culpable. Lo sé! Ese prototipo que no existe más que en los escenarios y en la pantalla. Esas manos perfectas que si las buscara jamás las encontraría. Ese ritmo que suena y se mueve mejor que el mejor del los coreógrafos centroamericanos. Ese nombre y apellido que nada tienen que ver con esa cara y esa sonrisa. Y aunque pasen los años para mí nada cambia. Sus canciones siguen evocándome miles de recuerdos y por cierto sigue siendo la mejor de las fantasías y el prototipo perfecto. Al final todos tenemos un amor platónico o no?

Thursday, February 14, 2008

Que vuelvan los lentos!

Llevo días pensando que debo escribir sobre esta noble causa que a algún mortal se le ocurrió sacar adelante, con el gentil auspicio de "Doritos". Pero como no quiero ser insensible, ni pasar por "fría" me decidí a hacerlo hoy, cuando las vitrinas se llenan de corazones, la gente anda como en las nubes, las radios no paran de tocar "temas" románticos y hay decenas de mensajeros por las calles con ramos de flores... sí, estamos a 14 de febrero... el Día del "Amosh".


Pero no nos desviemos. Lo central aquí son los lentos, su poder, el recuerdo, las fiestas, los nervios, esos temas que no pasan de moda para "algunos", y las mil historias que todos los que alguna vez los bailamos tenemos para contar a nuestros "nietos".

Todo comenzó hace un mes cuando en un bar en Vitacura se me acercó un chico y me dijo: "¿Quieres sumarte a la campaña de Doritos para que vuelvan los lentos?" La verdad es que quedé marcando ocupado. Poco y nada entendí a qué se refería, aunque igual le acepté los Doritos.

De ahí, dos semanas después, me encontré con un comercial donde una "súper mina" bailaba con un "pendex" que era como 2 cabezas más chico que ella, pero él se veía tan emocionado que daba gusto... y todo acompañado de fondo con la música de REO Speedwagon... Admito que incluso me emocioné de ver eso y me reí sola de darme cuenta que pertenecía a esa "tribu".

Pero ya el último hecho que me llevó a escribir este post ocurrió hace sólo dos días atrás, cuando en Emol apareció un foro donde se pedía nombrar el lento que más recordabas o el que más te gustaba bailar. Uf! qué notable foro y qué recuerdos... incluso canciones que había olvidado estaban ahí, cada una acompañada de miles de historias, algunas bien "cursis".

Varios de los que estábamos en el trabajo tuvimos que parar lo que estábamos haciendo para votar, y comentar qué pensaba cada uno sobre el tema, todo en medio de risas cómplices, mientras algunos miraban con cara de pánico.

Y sí, admito que soy fanática de los lentos, que me declaro 100% ochentera, que he pelado con más de alguna persona defendiendo la música de esa época, y que siempre el momento de bailar un lento era el más emocionante de la noche, aunque también el más nervioso. Era triste salir de la fiesta sin bailar uno, y peor aún cuando habías esperado toda la noche para bailarlo con quien te gustaba y él estaba bailando con otra chica.

Esas famosas maripositas, el dolor de "guata" y la electricidad justamente se sentía en ese momento y todo gracias a esas melodías románticas... Por eso felicito esta campaña y espero pronto estar nuevamente bailando lentos en alguna fiesta...

Gracias al aporte de un amigo de la pega dejo este link para los que no recuerden el autor o el nombre de algún lento puedan buscarlo aquí... Se aceptan otros aportes.

Tuesday, February 05, 2008

Vitrinas grises...

Hace dos años que no reparaba, no miraba, no me acordaba lo que era observar las vitrinas de supermercados, tiendas y zapaterías copadas de colores grises, negros y azules. Hace dos años que no me acordaba de esa sensación que sólo hoy traigo a la memoria al revivir la lapidaria época de compras de uniformes escolares.

Angustia. Esa es la extraña sensación que me motiva a escribir este post porque aunque me parece un tema lejano, ahora sí entiendo que mirar las vitrinas colmadas de uniformes, blusas, cotonas, zapatos y calcetines para el colegio es algo realmente angustiante, pero sobre todo aburrido.

Se termina la ropa de verano. O sea se termina el verano, y quizás sea ese punto parte importante de esa angustia y de la relación directa que se produce en la cabeza al reemplazar el veraniego con sus bikinis chillones, faldas escotadas y chalas vistosas por pantalones grises y fomes, zapatos oscuros y brillosos, blusas blancas impecables y faldas o "jumpers" incómodos.

Entonces es imposible no pensar que la época de los "uniformes escolares" es funesta, un época para evitar el vitrineo y sobre todo donde no queda otra opción que empezar a pensar que se terminaron las vacaciones, comienzan las levantadas al alba, y quizás lo peor... empieza el frío.

No entiendo por qué cada día adelantan más la época de "uniformes escolares". Recuerdo que cuando estaba en el colegio uno llegaba en marzo a comprar libros, cuadernos, lápices y uniformes... y era hasta casi emocionante tener todo nuevo. Pero hoy antes de salir de vacaciones ya te encuentras con las ofertas y esos "motivantes" colores grises y azules en las vitrinas.

Y bueno... Es lo que hay supongo. Pero estoy segura que no soy la única que siente esa angustia al mirar las vitrinas durante esta época, y que no soy la única que empieza a extrañar ese verano que tiene los días contados.