Monday, December 29, 2008

Fuegos artificiales en Medio Oriente...

Justo hoy cuando casi se termina el año y acabamos de celebrar la Navidad aparecen ante nuestros ojos, una vez más, esas horribles imágenes de la masacre en Medio Oriente. Y digo una masacre porque eso es… Y una vez más son los niños, que abundan en la Franja de Gaza, quienes pagan por esa lucha que desangra a un territorio que jamás podrá estar en paz.

Hoy recuerdo a esos amigos que andan de paseo por Jerusalén y me imagino la sensación que deben estar sintiendo al enterarse de lo que ocurre en sus narices, o quizás ya se escaparon de esa nueva ofensiva israelí, la más cruenta y dura de los últimos 40 años.

Pero también recuerdo mi paso por la zona. Por Jordania. Un país que invisible nació para tener fronteras que se odian, que más allá de esos casi 500 kilómetros de extensión se eliminan sin piedad por agua, por la religión, por las tierras, porque se odian y punto.

Cuando visité Jordania entendí la destrucción en la que pueden vivir quienes habitan en Medio Oriente. Donde reina la polvadera, las casas destruidas, las decenas de soldados con metralletas en cada esquina, los niños tristes y la pobreza. Y aunque Jordania es un oasis en medio de ese desierto de tristezas se siente el aire de estar en medio del polvorín. Te levantas y te enteras por la prensa que en una frontera destruyen Iraq y en la otra frontera se aniquilan israelíes y palestinos.

Y mientras flotas en el Mar Muerto, mirando Cisjordania no te explicas cómo en ese territorio tan pequeño conviven culturas tan disímiles que cada vez que pueden se matan. Y si a eso se suman los grupos fundamentalistas y terroristas la cosa se empeora, mientras toda la comunidad internacional mira de lejos, trata de hacer algo, o dice que hará algo, pero ya todos sabemos que son sólo buenas intenciones. Aun nada ni nadie ha logrado un avance.

Y termino con “The Bubble” una muy buena película que trata de la historia de amor entre dos hombres -uno palestino y uno israelí- que finalmente termina como todo en esa zona… con un paquete de bombas en la cintura.

Monday, December 22, 2008

Ya no queda nada!

Empezaron los descuentos... y ya quedan 9 días para cerrar el 2008 y darle la bienvenida al 2009. Y terminamos el año en plena crisis y ya sabemos que el próximo se viene "negro"...

Entonces piensas en qué esperas concretar el 2009, qué te falta por hacer, cuáles son las metas, dónde estarán puestas las energías... Y creo que iniciar el año pensando que no será un buen año quizás sea mejor, porque cuando se tienen muchas expectativas al final es fácil desilusionarse y tacharlo de "malo".

Este 2008 fue un año intenso, especialmente en lo laboral, y también de mucho aprendizaje, donde la consigna y el gran desafío fue la paciencia. Estuve todo el año lidiando con mi falta de paciencia para muchas áreas. Pero también fue un año lento... donde muchas veces las cosas se sucedieron como el paso de una tortuga.

Quizás los meses de abril y mayo fueron los más duros... con energías muy bajas y sobre todo asumiendo todo el cambio que implicó el regreso a Chile, la nueva pega, los nuevos desafíos, y la reinserción. Me tomó seis meses caer, asumir mi nuevo estado y sobre todo los cambios.

Pero ahora, la pregunta de oro es: ¿Qué me depara el 2009?

Hay años que te marcan -para bien o para mal- y quizás lo único que espero es que el 2009 sea un año que me marque para bien, donde el principal recuerdo me deje una sonrisa en la cara...