Friday, November 28, 2008

Ligera de equipaje...

Hoy me encontré con un artículo que habla de esos periodistas sin escritorio, que deambulan por el mundo con una mochila, una cámara, un celular y un notebook... y "sobreviven" con eso.

Lo leí con atención imaginándome en esos escenarios, donde los nuevos destinos y los cibercafé se convierten en tus mejores amigos y concluí que es el "sueño del pibe", aunque quizás tarde o temprano te aburres de ser nómade y prefieres el escritorio, la rutina, los horarios y el sueldo fijo.

Igual no dejo de pensar en cómo sería esa vida, ese placer de conocer lugares remotos, rincones únicos, historias increíbles, escribir sobre eso y luego ofrecerlo. Y aunque ya fui "víctima", en parte, de ese "mercado" de las informaciones foráneas y no terminó por gustarme el negocio, creo que a quienes les resulta fácil y logran sobrevivir o mejor que eso vivir con eso debe ser un trabajo súper motivante.

Siempre hay historias por descubrir, personajes inolvidables, fotografías por coleccionar y sobre todo un aprendizaje que va más allá de lo que podríamos entender como "noticia".

Admiro a quienes logran ese equipaje ligero, tanto material como mental, como para aventurarse en ese periodismo que tiene poco de famoso, escaso de glamour, grandes cenas y contactos, pero que te permite realmente conocer el mundo y escribir sobre él.

Quizás en algún momento termine haciendo algo así, parecido, adaptado a esa personalidad que me acompaña, pero que combine ese gusto por la fotografía, los viajes y el periodismo.

Monday, November 10, 2008

Obama y algo más...

Justo un mes. Parece mucho, pero la verdad es que se hizo nada. Un mes sin escribir. Y aunque me niego a sumarme al colectivo social que dice “es que el fin de año me tiene agotada”, a veces aunque no lo quiera paso a formar parte de ese.

Un mes donde las vacaciones se esfumaron y ya parecen más un recuerdo del pasado lejano que algo que ocurrió hace algunas semanas, donde se ha trabajado a la sombra de dos elecciones, y en medio de una crisis que hace que hace que el ambiente no sea particularmente de fiesta.

Pasan cosas raras, porque algunos se resisten a admitir que la recesión es inevitable y así es como malls y restaurantes están repletos a cualquier hora, mientras otro grupo grande de personas ya decidió no comprarse la casa, no viajar en el verano, o simplemente empezó a recortar gastos. Quizás lo más lamentable es escuchar a quienes se han quedado sin trabajo, o mirar esas obras inmobiliarias paradas y pensar en la cantidad de trabajadores que están cesantes.

Y en medio de este panorama general aparece Obama, a quien se le ha colgado una responsabilidad casi divina, porque pareciera que todo está en sus manos, y las esperanzas de millones de personas descansan en la figura del nuevo presidente electo de Estados Unidos.

Mi duda es cómo, o con qué recursos podrá Obama sacar adelante los graves problemas que afectan a Estados Unidos, y aunque tendrá el Congreso a su favor quizás se necesitará una buena dosis de creatividad para superar esas altísimas expectativas que están sobre sus hombros o el fracaso será igual de alto.

Y mientras en Estados Unidos podría vislumbrarse un cambio, en Chile la pelea sigue siendo pobre, con cero argumentos y sólo enfocados en el corto plazo.

Recuerdo que a Obama y a McCain se les criticó por no mostrar claridad en cómo pensaban enfrentar la actual crisis financiera y en la escasez de ideas al respecto. En Chile ni siquiera aún se habla de eso. Porque en vez de sentarse a pensar en un programa de gobierno (que hoy ni la Alianza ni la Concertación tienen), de peso y con argumentos, nuestros políticos siguen pensando en cómo ganarle al otro del mismo conglomerado, en cómo demostrar que soy más poderoso o el más votado, y de contenido nada.

Hoy, a un año de las elecciones presidenciales da pena nuestro debate político, si se puede llamar debate, donde no hay ideas frescas, donde siguen las mismas caras, las mismas rencillas y el mismo vacío de liderazgo y de contenido que hoy nos tiene como un país que cada día parece más estancado.