Wednesday, May 30, 2007

Comenzó la despedida...

En Belchica con los amigos la última noche en BCN...

Con mis compañeros del Master y Sonia...

En Kimberly el último fin de semana...

Nunca me han gustado las despedidas. Soy mala para eso y siempre termino deshidratada. Pero usar una despedida como excusa para juntarse con los amigos, sin pensar que no los verás por mucho tiempo es el resquicio, la oportunidad, la manera quizás de empezar a despedirme de esta ciudad, de los amigos, de la playa, de Kimberly, de las noches tibias y los veranos húmedos.


Los cuasi dos años en Barcelona han sido intensos, en todos los sentidos. Quizás nunca había bailado tanto en mi vida, o caminado, o estado de guata al sol. Aprendí a tomar cerveza, a caminar sola a las 4 de la madrugada sin pensar en que me asaltarían, a convivir, a moverme en una ciudad en bici, a disfrutar de un café en la barra de un bar, o de un libro en una plaza del centro.

Es demasiado difícil explicar y describir lo que ha sido este tiempo aquí. Son miles de cosas y sensaciones, experiencias y aprendizajes. Y creo que no me enteraré que estoy lejos de Barcelona sino hasta cuando ya lleve algunos días alejada de ella y comience a extrañar ese mar sin olas y sin olor, o la sangría, o los bocatas, o el Parc Guell, o las películas de domingo con un shawarma en mano.

La ansiedad y el ajetreo normal de los últimos días me tienen un poco anestesiada, y aunque a veces prefiero que sea así para no deshidratarme antes de subirme al avión, a veces también creo me gustaría estar sintiendo esa nostalgia y tristeza que sólo con estas líneas hago más conciente, pero sé que no necesitaré mucho para que mañana jueves y el viernes sean días intensos, llenos de abrazos y despedidas...

Friday, May 25, 2007

Adelante maestra!

Ayer fue un día especial. Todo pintaba para que fuera "el" gran día. Ese que esperaba hace meses, mientras miraba mi computador y las páginas escritas aún no superaban las 40. Pero finalmente llegó. 16:15 horas y yo estaba frente al tribunal de profesores disertando y defendiendo mi tesis del Master en Estudios Internacionales.

Irán era el tópico, como ya antes había mencionado. Armas nucleares, proliferación, uranio enriquecido, Consejo de Seguridad, fueron algunas de las palabras que repetí en esos 15 minutos de exposición, mientras se me secaba la boca y buscaba las palabras "neutras" que me entendieran los profesores (aunque haya sonado un poco español según el guatón).

De ahí venía la matanza. Pero nada. Nada ocurrió y finalmente sólo la benevolencia y las palabras de felicitaciones y alabanzas quedaron retumbando en la sala, mientras yo flotaba casi en el limbo. Vino la deliberación y la nota. SOBRESALIENTE (corresponde a una nota entre 9 y 9.5 en escala del 1 al 10).

Qué rica sensación fue salir de esa sala. Los abrazos del guatón, de Jim, de la Sara y la chica mexicana presentes, y también ese sentimiento de estar flotando, con una gran mochila pesada menos, relajada, y con la alegría de haber terminado.

De ahí los sucesos se fundieron en muchas copas. Primero una clara, luego vino el Mango Sour (gracias a la buena mano de la Rosa), y finalmente la Cava y el Pisco Sour en Kimberly. Todo acompañado de llamados telefónicos, muchos mails, varios mensajes de texto y otros tantos abrazos.

La cercanía de los presentes y de los que estaban a 13 millones de kilómetros, más la emoción y felicidad de haber superado con éxito el Master y finalmente la celebración post-tesis hicieron del jueves 24 de mayo un gran día, y el inicio del cierre de una etapa.

Esta tarde se cierra otra etapa. La de mi vida sobre dos ruedas. Hoy mi bici tiene otra dueña y la entrego. Por tanto, desde mañana seré nuevamente una peatona más y sólo quedará el recuerdo de esas mañanas por Avenida Diagonal, el porrazo que me pegué hace dos días y que aún me tiene adolorida, los carretes en bici de noche, las idas a la playa en ella, y miles de cosas más.

Ayer "maestra", hoy sin bici y mañana mi último fin de semana en Barcelona…

Monday, May 21, 2007

Eso que se llama cultura

La semana pasada asistí a una conferencia de esas que realmente te dejan pensando, que te permiten analizar lo que ocurre en el mundo y más aún te hacen anhelar que en Chile se hicieran de la misma manera. Una simple conferencia, de tema no igualmente simple ("Debilidades y fortalezas de Irán en el mundo actual") me hizo pensar en la necesidad que en mí país existan estas instancias y del nivel que pude observar.

Los ponentes eran un representante de Casa Árabe de España, un profesor del School of Economics de London experto en Irán y un politólogo iraní con residencia en Suiza. Estas tres personas fueron suficientes para sentir que el nivel de lo que ahí se estaba exponiendo era de peso, con antecedentes e información actualizada y que realmente era una experiencia importante para aprender de este país al que he estado estudiando por 7 meses gracias a mi tesis ("Amenazas y desafíos que plantea el caso de Irán al actual régimen de no proliferación nuclear").

Fue de tal nivel la conferencia, dictada en francés con traducción simultánea, y por cierto gratuita y abierta a todo el público, que realmente salí de ahí feliz y con la certeza de que si en Chile se hicieran cosas de este estilo la cultura estaría a la mano de muchos y no sólo de aquellos que saben, que tienen el dinero para pagar, o que se mueven en ciertos círculos. Pero me bastó caminar una cuadra más y entender también que son estas cosas las que hacen la diferencia entre un país como España y Chile. Y aunque España sea una nación subdesarrollada de la "Gran Europa", este tipo de cosas te recuerdan que igualmente España es primer mundo y que a Chile aún le falta mucho para eso.

Pero no es el único caso. Meses atrás participé de un ciclo de conferencias dictado por los directores y editores de la prensa en España (El País, El Mundo, ABC, La Vanguardia, El Periódico, entre otros) y organizada por la Fundación Caixa Forum, en la que en cada sesión se analizaba un tema específico de cobertura noticiosa. Así es como una semana se revisó la relación entre la prensa y las noticias internacionales, otra con las noticias económicas, otra con las noticias sociales, otra con las noticias políticas y así.

Fue realmente un ciclo buenísimo, súper interesante donde de verdad esos "gurus" de la prensa española explicaban las ventajas y los problemas que tiene cada medio a la hora de cubrir una noticia. Pese a lo que se pudiera pensar, aquí pasa exactamente lo mismo que en las salas de redacción de Chile, aunque con "algunos" recursos más y con esa cercanía de los hechos (al menos respecto a las noticias de Europa y Medio Oriente) que los hace testigos en primera línea de lo que ocurre.

Y nuevamente me quedé pensando. Por qué en Chile se hace tan poco este tipo de cosas. Por qué en Chile no se utilizan las conferencias o los ciclos de charlas para poder enseñar, exponer, debatir, analizar o por último pensar. Y aunque a veces sí se hacen estas cosas, poco y nada se publicitan para que llegue mucha gente, o el precio también es alto, o quizás cuesta llevar a personas de calibre hasta el “fin del mundo”. No sé. Pero lo cierto es que este tipo de instancias las extrañaré cuando ya no viva en Barcelona y añoraré que en Chile este aspecto de la cultura pueda surgir con más dinamismo y se popularice cada vez más.

Monday, May 14, 2007

Ya pasé por aquí

Hace poco más de un año conocí y me enamoré de ese rincón llamado Tossa de Mar, ese balneario de la Costa Brava que deleita con su paisaje romano y marítimo, con sus vistas y acantilados, con su viento y su pueblo.

Podría hablar horas de Tossa, incluso aburrir, pero no es la idea ni tampoco el espacio. Por eso prefiero pensar que mi último paseo por este lugar, junto a un grupo de amigos, fue más que una despedida, fue el instante para recordar y no olvidar que para mí es de lo mejor de la costa del norte de España, junto a Cadaqués, y que cuando esté lejos deberé recurrir a la imagen mental que guardaré de este lugar.

Fue un paseo relajado, entretenido, lleno de nubes y sol, de pan, frutas y arena dura, de mar helado, y cervezas tibias, pero también de un gran momento para compartir y reírse. Era el inicio de una temporada de playa de la que sólo podré ser partícipe algunas semanas más y de la que espero disfrutar mientras camine por Barcelona.

Y por qué Tossa para un paseo como este, cuando Sitges, Badalona o incluso San Pol de Mar quedaban más cerca… Porque nada se acerca a eso que tiene Tossa de Mar, esa historia pintada por Chagall, ese color turquesa del mar, la muralla de la ciudad medieval, el olor a flores y los colores que acompañan casas y callejuelas.

Y si tuviera que soñar con una casa, la colocaría en uno de esos riscos de Tossa, donde sólo con mirar el mar todo pareciera ser perfecto…

Wednesday, May 09, 2007

Yo Virgo?

Dicen que los Virgo necesitan tiempo para aceptar y adaptarse a los procesos, tiempo para comprender lo que está pasando alrededor y tiempo para mirar racionalmente lo que se viene. Esa soy yo sin tapujos.

Salí del colegio y me costó muchísimo asumir ese proceso, esa etapa. Extrañaba a mis amigas, me costaba tener otro ritmo, me chocaba iniciar de cero algo. Pero a la vez me parecía fascinante dejar atrás esas trabas, esos años y comenzar otra cosa y vivir en pleno la etapa universitaria.

Salí de la universidad y me costó tiempo incorporar en mi "chip" el mundo laboral. Me hacía falta el carrete universitario, las charlas entre clases, los estudios en grupo, los amigos a tu lado. Pero me encantó tener desafíos diarios, tener un sueldo y gastármelo, conocer mucha gente que sabía mucho más que yo y hacerme de grandes amigos.

Renuncié a mi trabajo y me vine a Barcelona. Estaba tranquila y cómoda, como muchos de los que están ahí, y me embarqué en esta locura, en este sueño. Y no me aterré. Nunca. Sólo sobrevino la ansiedad, la inquietud, pero nunca el miedo. Y me vine. Y me costó tiempo acostumbrarme a vivir en Barcelona, a convivir con personas que no eran mi familia, a estudiar en una Universidad donde los profesores miraban las cosas desde un punto de vista muy distinto. Y me enamoré de esta ciudad, disfruté de la playa, del clima, de las tapas, de la sangría, de mi nueva familia Kimberly, de las noches de marcha y de caminar sola a las 4 de la mañana sin pensar en que me pueden asaltar. Me fasciné con cada panorama, con las bibliotecas gratuitas, con la cultura, la diversidad de gente, con Gaudí y los churros con chocolate.

Y aquí estoy. Nuevamente ansiosa e inquieta. Con la cabeza a mil. Sin miedo. Dando un nuevo paso que me hará despedirme de Barcelona y partir a París. Y me costará acostumbrarme a vivir en una familia de franceses que sólo hablan esa lengua que en nada domino, estudiar 4 horas diarias francés y moverme en una ciudad que nada tiene que ver con la capital catalana. Y nuevamente aflorará mi Virgo y el tiempo que me tome en acostumbrarme irá de la mano con la emoción que me provoca este desafío de comenzar de cero nuevamente, sin mis amigos, sin mi familia, sin conocer el idioma, sin mi bici, sin pega y con la oportunidad que pase lo que pase. Veamos cómo resulta esta nueva aventura....

Aquí dejo algo que publiqué hace algunas semanas sobre Barcelona....

Wednesday, May 02, 2007

Esos souvenirs...

Este fin de semana largo me fui a Madrid. Nueve horas en tren para finalmente aterrizar en la capital española después de 11 años sin visitarla. Casi la había olvidado por completo. Poco y nada me acordaba de Cibeles, de Plaza Colón o de la Puerta del Sol. Así es que con mochila al hombro me embarqué al centro de la península y por 4 días caminé Madrid día y noche, sin parar.

Se me había olvidado lo bonita que es esa ciudad, sus edificios, sus calles, la vida que tiene, su gente, la comida, los parques, los monumentos. Todo. Caminaba y me maravillaba. Estaba deslumbrada mientras me comía un bocadillo de jamón serrano con queso manchego, uf, qué placer!

Lo cierto es que una noche, a eso de las 2 de la mañana, esperando subirme a un bus en la Moncloa me senté en un bar y pedí un bocadillo de patatas (el clásico baguette con una tortilla de papas en el medio) y una clarita (el símil del fanshop pero con fanta limón). Mientras disfrutaba de mi merienda nocturna miré hacia una pared y me encontré con un cartel que decía "Las mejores y exquisitas empanadas chilenas". Me reí sola, mientras miraba mi bocadillo y pensaba en cómo no había leído ese cartel minutos antes. Pero pensé que nunca es tarde y siempre queda un espacio para probar una empanada chilena en el centro de Madrid, así es que le pedí al mozo que me calentara una para comerla. "¿Quién las hace?", le pregunté; "Un chileno que lleva 30 años en España", me respondió el hombre quien me miraba con cara de extrañeza. Seguro no muchos deben pedir una empanada chilena, ni menos a las 2 de la madrugada. Pero da igual tío... no podía perder esa oportunidad.

Mientras la saboreaba me acordé de una vez que estaba en un pueblo llamado Ochagavía (no es coincidencia) que queda escondido entre los Pirineos, en Navarra, cuando junto a un grupo de amigos "locales" entramos a un bar (sólo hay dos en el lugar) y mientras pensábamos qué pedir para tomar miro la oferta de licores que tenía y me encuentro, con emoción, que al fondo se escondía una botella negra con forma de Moai. "Qué hace eso ahí", grité casi enloquecida. “No sabemos qué es ni cómo se toma”, me dice el barman con cara de asustado con mi reacción. “Es pisco chileno”, le dije. “¿Pis qué?”, me preguntó. “Pisco, y uno de los mejores”, asentí. Fue entonces cuando le expliqué cómo se tomaba y se preparaba una piscola o un pisco sour, hasta ese momento desconocido para todos los que ahí estaban. Y así comenzamos a tomarlo.

En dos horas los 4 españoles con los que estaba nos habíamos bajado el Moai con sendos vasos de piscola y pisco sour (servidos en vaso largo). En dos horas mis amigos estaban completamente borrachos y absolutamente felices de haber conocido lo que es tomar un buen pisco chileno de 40 grados, mientras me decían entre risas "pero joder tía que esto es fuertísimo..."

Sin duda que es increíble cuando estás lejos de tu país por muchos años y te encuentras con estos "souvenirs" en los lugares que menos piensas... porque hasta tienen un gusto especial.