Friday, October 10, 2008

La semana bipolar...

Admito, terminé por creerme el cuento de que el mundo se viene abajo. Imposible que no sea así cuando llevo una semana, la semana, más bipolar financieramente hablando que jamás me había tocado cubrir.

Fueron siete días de locura, de no parar, de no entender porque pasaban muchas cosas, y de empezar a creer que si se mantiene así el súper modelo capitalista se termina por derrumbar.

Creo haber dicho, leído y escuchado la palabra crisis unas 1000 veces en la semana, y haber agotado todos los sinónimos del término "derrumbe" que existen en el diccionario español y que son "políticamente" correctos de publicar.

Sí, fue una semana de locos, una semana para el recuerdo, siete días que comenzaron con un nuevo "lunes negro", pero que terminó extendiéndose hasta el viernes cual mancha de petróleo en el mar. Y cuando creía haber terminado el día me encontraba con conversaciones donde la palabra crisis se repetía una y otra vez y donde de verdad me confirmaba que eso que parecía "lo" más importante del día empezaba a traspasarse a quienes no estaban con la noticia minuto a minuto.

Se sacan conclusiones como que hoy hay más especulación que cualquier otra cosa, que Bush es hoy uno de los personajes con menos credibilidad en el mundo, que el maestro Greenspan parece ya no serlo tanto, que primero fueron las hipotecas y junto con eso vino la debacle, y sobre todo que pareciera ser que las soluciones convencionales que antes servían hoy no están dando ningún resultado.

Es interesante, doloroso para algunos, e incluso un insomnio constante para un puñado cada vez más grande de personas, además de la incertidumbre de saber cuánto más profundo se puede llegar y si es posible que la economía mundial quiebre tal como esta semana está haciéndolo.

No estuve para la Gran Depresión y hoy soy testigo directo, quizás demasiado, de la que sería la mayor crisis financiera de los últimos 80 años...