Friday, November 16, 2007

M A R

Asumo que soy una fanática del mar, de sus olas, del viento, del olor, incluso de lo frío que es. Me encanta, y disfruto cuando estoy cerca de él y siento también la falta que me hace cuando lo tengo lejos.

He vivido toda mi vida a unos cuantos kilómetros del mar, lo suficientemente lejos para saber que no pertenezco a una ciudad marítima, ni menos el mar es algo trivial en mi rutina diaria. -Quizás por eso me gusta tanto-. Pero también viví dos años al lado del mar, a un costado de un mar calmo, sin tantas olas y sin olor, pero mar al fin y al cabo. Y eso hizo el cambio.

Hoy que vengo llegando de la playa, de tener esa inmensidad de mar para mí sola durante una semana, reconozco la alegría que me produce, la sensación de pureza, de tranquilidad y de energía.

Y no extraño el Mediterráneo, o quizás debiera decir la costa de Barcelona, porque una puesta de sol en el Pacífico es algo magnífico que es imposible de ver en esa otra costa.

Cuando miro el mar se me pierde la mirada en ese horizonte que no tiene líneas, en esas olas gigantescas y en el sonido melodioso que ofrece.

Y vuelvo a admitir que lo mío es el mar. Y que si tuviese que soñar con una casa, ésa sería algo rústico, de madera, con chimenea y amplios ventanales que permitan colar la imagen del mar en su plenitud. Una casa sobre unos riscos a metros de una pequeña playa donde existan piedras y un poco de arena. Y pienso en la casa de Pablo Neruda en Isla Negra y creo que un lugar como ese es el mejor escenario de inspiración para escribir... Más cerca del mar imposible.

3 Comments:

At 7:09 PM, Blogger Piter said...

Mar son tres letras. Como otras tantas palabras de tres letras que significan tanto. Si le agregas una A al principio es la gloria. Si le pones una E al final es el océano latino. Pero la que más que gusta es ponerle un TO delante de MAR, con una copa el mundo se hace cada vez más lindo. y si, querida ciber amiga, pasé por París, después de varios días en Oslo. Ahí también hay mar. Pero el mar de los lamentos. Del frío y de un sol que se asusta temprano.

 
At 9:54 PM, Anonymous Anonymous said...

Amar. Tomar. Eso dice don Pedro. Pero también se puede esperar. Qué hay de MAR en eso, dirán ustedes? Mirar las olas, sentir el agua golpear la arena, esperar que las rocas se degraden para aprisionarlas con la palma de las manos. En fin, saludar con sigilo el mar... amar... tomar... esperar... Ya llegará el día que volvamos a ver juntos el mar (y el sol).

 
At 5:23 AM, Anonymous Anonymous said...

Y la MAR-cha???... richard!!!

 

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