Flujo vital...

La vida cambia. Ayer ahí, hoy acá, mañana allá. Los lugares se modifican, las personas se transforman. Las decisiones te hacen ganar y perder. La ansiedad aumenta. Las expectativas se multiplican.

Y te calmas. Respiras. Piensas. Miras lo que dejas y sueñas con lo que quieres que venga. Y no paras de soñar. De creer. De esperar.

El ciclo se cierra y la mochila está repleta de experiencias. Y la ciudad cambia, se hace enorme, te obligas a dominarla. Y sientes que algo bueno viene o al menos te empeñas en sentirlo.

Y la vida cambia. Es sólo un paso más. Una nueva etapa. Todo está por escribirse y sólo depende de ti.Ayer ahí, hoy acá, mañana allá. Ese flujo continuo que te permite ser ciudadano del mundo con raíces definidas. Un flujo que trajo crecimiento, aprendizaje, miles de experiencias. Y ya nos serás la misma ni ahí, ni acá, ni allá. Y buscarás lo que sólo tú quieras, lo que realmente ames y donde realmente seas feliz.

Todo cambia. Tu cuerpo, tu mente, tu corazón... todo menos esa inquietud por buscar siempre el horizonte que te deje ver la felicidad...