Monday, November 05, 2007

No mata, es legal y consume poca energía!

Llevo días caminando por algunas comunas de Santiago y no puedo dejar pasar esa realidad grotesca que se enfrenta a mis ojos. Me refiero a la cantidad de casas y edificios que hoy cuentan con un cerco eléctrico para protegerse de los intrusos.

No recuerdo haber visto esta cantidad de cercos eléctricos hace dos años cuando me fui de Santiago. Menos recuerdo que haya sido algo común y casi necesario como hoy parece serlo. Y me asombro al ver que es una extraña moda, donde pareciera ser que el que construye la muralla más alta e instala el cerco eléctrico más grande es el que se siente más seguro.

Y me pregunto. ¿Será así realmente? ¿Tanta inseguridad existe?

Lo cierto es que observando la oferta de cercos que hay noto que los fabricantes se están haciendo una "pasada", y que además ya es un negocio donde existe competencia y variedad en el producto.

Para aquel que mira a su alrededor y se da cuenta que es el único que está "out" de esta moda, existen varias páginas web que te explican de qué trata e incluso responden a esas preguntas frecuentes que alguien pueda tener, entre ellas la legalidad del sistema y efectividad en la descarga.

La impresión que da este sistema es fuerte y repugnante. Pequeñas cárceles familiares en donde ese antiguo ritual de saltarse por la muralla cuando se te quedaron las llaves ya no solo es cosa del pasado, sino que hoy puede costarte unos cuantos minutos aturdido en el suelo.

1 Comments:

At 12:57 PM, Blogger Millarahue said...

Yo lo encuentro heavy lolín! Pero todavía soy de las que creo que es más una sensación casi psicológica de inseguridad que una realidad. Igual es decidor. Y creo que los medios tienen (tenemos) mucha culpa en esta moda inseguridad, si toooodo el rato mostramos asaltos y robos y cosas de ese tipo. Es verdad que existen, ¿pero tanto?

Ojalá que no!

 

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