Y al fin llovió!
Estoy disfrutando cada gota que cae de este cielo gris y tibio que desde ayer acompaña a Santiago. Incluso he disfrutado caminar sin paraguas, mojarme y sentir que esa lluvia que tranquiliza y limpia.
Ayer desperté y desde un sexto piso miraba las corrientes de aires acompañadas de ráfagas de hojas secas que volaban en remolino por todas partes –cómo me gusta el viento que antecede a
Ahora sentir el aire limpio, mirar la cordillera blanca y oler la tierra mojada ayuda a superar un lunes donde nada funcionó como debía y donde imploré por paciencia.
2 Comments:
La lluvia puede ser una experiencia muy placentera con un techo de zinc sobre nuestras cabezas y no el concreto frió de stgo.
La lluvia me hizo sentir periodista. La amé profundamente, pese a que dejó a muchos sin casa.
Suelo tener esas contradicciones...
Post a Comment
<< Home