Monday, May 19, 2008

Y al fin llovió!

Estoy disfrutando cada gota que cae de este cielo gris y tibio que desde ayer acompaña a Santiago. Incluso he disfrutado caminar sin paraguas, mojarme y sentir que esa lluvia que tranquiliza y limpia.

Ayer desperté y desde un sexto piso miraba las corrientes de aires acompañadas de ráfagas de hojas secas que volaban en remolino por todas partes –cómo me gusta el viento que antecede a la lluvia. Saqué la mano por la ventana y sentí el viento tibio y un poco húmedo que anunciaba ese frente de “mal tiempo” que muchos santiaguinos y chilenos estábamos esperando.


Ya las últimas semanas se hacía imperioso que la lluvia lo limpiara todo, que aclarara el gris constante de smog que cubría la capital, las montañas, las neuronas, los árboles y construcciones. Y finalmente llegó, aunque tímida en algunos sectores, pero necesaria.

Ahora sentir el aire limpio, mirar la cordillera blanca y oler la tierra mojada ayuda a superar un lunes donde nada funcionó como debía y donde imploré por paciencia.

2 Comments:

At 8:06 PM, Blogger Sr. Herrero said...

La lluvia puede ser una experiencia muy placentera con un techo de zinc sobre nuestras cabezas y no el concreto frió de stgo.

 
At 2:57 AM, Anonymous Anonymous said...

La lluvia me hizo sentir periodista. La amé profundamente, pese a que dejó a muchos sin casa.
Suelo tener esas contradicciones...

 

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