Wednesday, October 18, 2006

London celebration!

Londres es Londres, dicen algunos. Pero también París es París, o Nueva York es Nueva York. Lo cierto es que como cada ciudad, Londres tiene algo especial que la transforma en una capital de características atípicas. Su gente, sus paisajes, el Támesis, la historia, sus museos, los bares, sus autobuses, en fin, cientos de cosas que hicieron que la celebración de mi primer año fuera de Chile fuera buenísima.

Aunque admito que el aterrizaje fue forzoso. Subirme a un bus y enfrentar la primera rotonda por el lado izquierdo fue casi un suicidio para mi orientación. Después de 10 minutos que el chofer manejó por la izquierda no pude más y tuve que cerrar los ojos antes de terminar de marearme y vomitar.

Y es que esto de que los ingleses manejen por el otro lado no sólo es un cambio demasiado radical para quien se sube a un auto, taxi o autobús, sino que para el simple peatón que al cruzar la calle debe mirar y re mirar tres veces para cada lado porque no te acostumbras por dónde vienen los autos. Peor si eres disléxica y te dicen "look left" o "look right" y es lo mismo. Realmente fue algo que me penó todos los días. Pero salí airosa.

La ciudad es vertiginosa. Entretenida. Muuuuuy cara. Elegante. De hombres muy guapos. Y llena de rincones acogedores y especiales. Sin duda, los parques son el lugar donde algo de tranquilidad y armonía se logra respirar y es en ellos donde también disfruté de muy agradables momentos.

Quizás lo peor de Londres sea su comida y el precio de las cosas. Porque hasta tomar agua es para dudarlo por el precio. Y es que si 1 euro son 700 pesos chilenos, un pound (o libra esterlina) son 1.000 pesos chilenos, y la realidad enseña que en ahí no hay nada por 1 pound. Al menos los museos más importantes son gratis, y eso ya es una gran ayuda.

En mis cinco días "in the London city" viví varias experiencias anecdóticas. Como por ejemplo mis encuentros con personas como Woody Allen o Sandra Bullock en las calles; o mi estadía a sólo cuadras de la casa de una de las Spice Girls; o la petición de un hombre quien sentado en un banco de Hyde Park me pidió que le escribiera una carta en inglés a su señora porque él por alguna extraña razón no podía hacerlo; y mi odisea de regreso al aeropuerto de Luton para tomar el avión a Barcelona, donde gracias a "Kay" pude finalmente tomar un taxi y compartir el costo de subirse a uno de esos autos en Londres por al menos 40 minutos de viaje y no perder el vuelo.

Pero también hubo momentos inolvidables. Asistir al musical "El fantasma de la Ópera" en el Majestic Theatre fue algo increíble, no sólo por el buen elenco y las voces, sino además por el vestuario, la escenografía, todo buenísimo. Y cómo no recordar ese encuentro cara a cara con el moai chileno en el British Museum, y más aún mirar cómo los turistas lo miraban y apreciaban su altura. Realmente divertido.

Londres es mucho más que esa monarquía que se refugia en un palacio que no deslumbra desde afuera por su majestuosidad, y quizás más que esa mezcla de gente que vive ahí. Pero es una ciudad alucinante llena de esa historia y vida que siempre leímos o escuchamos por televisión. Entonces quizás habría que decir que Londres es Londres.

PD: El London Bridge nunca fue el puente que pensé que sería, hasta que aprendí que el originario fue vendido a EE.UU. y hoy está en alguna zona de Arizona.

2 Comments:

At 6:20 AM, Anonymous Anonymous said...

...wow... vaya foto! Sin lugar a dudas está para ponerla de wallpaper!

 
At 5:30 PM, Blogger Millarahue said...

Lolín:
Nuevamente me alegro demasiado por su viaje, y por la energía que me transmite lo que describes en tu blog... qué ganas de conocer!!!

Comparto a cabalidad la apreciación del señor X en su comentario. Esa foto que pusiste es muy bonita, y por supuesto tú te ves muy bien!

Un abrazo gigante y espero escribirte el mail que quiero el fin de semana.

 

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