Con el smog hasta el cuello!

Mis últimos dos inviernos los pasé a la orilla del mar, sin smog, sin contaminación, con mucha humedad y un frío que te calaba los huesos. Quizás sea ese cambio, esos apenas dos años que me hicieron darme cuenta de lo asqueroso que es vivir en Santiago durante el invierno, y de la esperanza que me queda porque llegue luego la primavera.
Nunca me ha gustado el invierno. Los días helados, cielos grises y esa lluvia que moja e inunda todo Santiago. Pero este invierno ha sido distinto. El smog ha teñido todo de gris, más gris que otros años que recuerde, y la lluvia ha sido el bálsamo para borrar esa nube y volver a dar color a la ciudad.
Pero me asusta saber que pese a que un día llueve con fuerza, al día siguiente ya la nube está sobre nuestras cabezas nuevamente, ahogándonos, ensuciándonos y enfermándonos. Y con los años la situación empeora. Y Santiago está cada día más contaminado en invierno. Y las soluciones siguen siendo unos meros parches que en nada ayudan al problema.
El estado de preemergencia ya es casi común en los días de invierno, sin entregar la real dimensión de lo que significa y de los efectos que traerá a los santiaguinos en los próximos años. Un estado cuyo uso era normal en días laborales y que hoy es cada vez más usual aplicarla en fines de semana.
Y aunque uno pide más a las autoridades, a quienes dirigen y toman las decisiones, creo que el cambio debe pasar por cada una de esas personas y familias que viven en Santiago, que se ven afectadas por el smog, y que envejecen con cada partícula de contaminación que se deja caer sobre la ciudad.
Conciencia. Eso es lo que pediría a quienes encienden chimeneas en días de alta polución. Conciencia a quienes prefieren manejar el auto una cuadra en vez de caminar, usar el transporte público o andar en bici. Conciencia para quienes no reciclan y contribuyen a la contaminación. Y finalmente conciencia para entender que la ciudad es de todos y que todos, partiendo por las autoridades, debemos tratar de aportar con pequeñas acciones para reducir este tapón gris que no nos deja respirar.