No me queda más remedio que hablar de este tema. No porque sea trascendental, que seguro no lo es, sino porque acabo de leer otro
blog donde se comentaba de este asunto y justamente esta semana con mi amiga Javi tuvimos una conversación sobre esto.
Se trata de algo tan banal, natural y caprichoso como la aparición de esos pelos blancos en la cabeza del ser humano, las innombrables "canas". Y siento que la vida es injusta cuando hablamos en estos términos. Me explico.
Cientos de veces me reí con el comercial de "Grecian 2000", y peor aún de la versión femenina del producto, "Lady Grecian 2000", donde el protagonista del spot pasaba en sólo minutos de tener un pelo albo a uno oscuro, como si eso fuera bonito y peor aún disimulado. En fin, hay gustos para todo supongo.
Pero lo cierto es que más allá que sea un tema que afecta a todos por igual, a unos más temprano y a otros más tarde, es la huella de los genes y de la edad que cuesta borrar de la cabeza.
Mi experiencia en el tema, que se remonta a tres años, ha pasado de la indiferencia absoluta al odio más enraizado. Aunque cada día siento que la guerra la perdí y que no me queda más que asumir mi derrota y buscar soluciones.
Hace tres años apareció la primera. Caprichosa, escondida, pequeña. Pero no duró mucho, la arranqué, pese a saber que podría estar cometiendo el peor de los errores. ("Si te sacas una te crecerán 10", dice el refrán).
Luego vino un ramillete. Como un pequeño ejército escondido tras la trinchera ahí estaban, lejos del alcance de mis ojos. Pero para eso están los espejos, claro, y paf, se sacaron de sopetón. Pero esta vez quedaron guardadas como trofeo de guerra. (Sí sé hay gente rara).
Y ya pasamos a la fase crítica. Manchones en dos lugares distintos y algunas desperdigadas por la cabeza. Fue entonces cuando, mirando al suelo, asumí que si seguía en el plan "erradicación" terminaría pelada antes de mis 30 años. Y aquí estamos. Asumiendo la derrota y posteando sobre ellas.
Berni: "Si el problema es que una mujer con canas, por muy lindo pelo blanco que tenga, siempre se verá mucho mayor".
Javi: "Claro. La amiga de mi mamá tenía un pelo precioso, pero se veía mil veces mayor que mi mamá".
Berni: "Y pensar que aquí (Barcelona) los hombres se cultivan el look 'canoso'".
Javi: "El tema es que el hombre con cana no tiene problemas, no así las mujeres. No son situaciones comparables. ¿Estai segura que no me ves canas en el pelo?".
Berni: "Ninguna mujer, ninguna. Te lo dice una experta en el tema"
Y así seguimos un buen rato conversando sobre eso que tiene mucho de genes, otro tanto de malos ratos, como dicen en buen chileno, y también de mala suerte.
En mi caso, creo, todo viene por lo hereditario... y aunque mi mamá use un "producto" para cubrírselas "que no tiene amoniaco", jajajaja, y mi abuela paterna "nunca" haya asumido en público que se las tiñe, y en fin algunos casos más... yo asumo desde ya que aunque mi pelo blanco sea más lindo que el de la niña de "Timotei" no dejaré que esas "apariciones" sigan creciendo y desperdigándose por la cabeza...
¿Será hora de "Lady Grecian 2000"? Por ahora el Casting les da la pelea.